En una reciente audiencia del juicio que se desarrolla en Salta contra Leonardo Cositorto, líder de Generación Zoe, más damnificados testificaron sobre el esquema de estafas reiteradas y asociación ilícita que se le imputa. Los testimonios revelaron cómo operaba el sistema ponzi en la provincia, perjudicando a numerosos inversores que confiaron en la propuesta. El proceso judicial tiene a Cositorto como figura central, acusado de liderar la organización Generación Zoe.
El juicio se lleva a cabo en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta, donde también se encuentran imputados Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz. Varios presuntos damnificados compartieron sus experiencias ante el tribunal, detallando cómo fueron captados por Generación Zoe. Uno de los testigos relató que conoció la organización a través de capacitaciones virtuales de coaching, las cuales lo convencieron de la solidez del proyecto.
Impulsado por la aparente rentabilidad, el testigo decidió compartir la propuesta con familiares y amigos, recomendando la empresa y resaltando la Universidad Zoe como un atractivo para captar inversores. Invirtió en un producto denominado “robot” en 2021, obteniendo intereses inicialmente y comisiones por cada nuevo inversor que sumaba a la red. Asistió a ceremonias organizadas en Salta, Carlos Paz y México, donde los participantes disfrutaban de espectáculos y actividades con todos los gastos cubiertos, reforzando la percepción de éxito de Generación Zoe.
La situación cambió al invertir una suma mayor, momento en el que dejó de recibir ganancias y comenzó a sentir frustración. El testigo confesó que su decisión de denunciar a Cositorto se debió al enojo y la frustración al ver sus expectativas incumplidas. Otro testimonio relevante fue el de un empleado del Servicio Penitenciario, quien adquirió membresías, robots de inversión y 5.000 Zoe Cash, la criptomoneda de Generación Zoe.
La promesa de altos rendimientos y los incentivos para sumar nuevos participantes fueron claves en la estrategia de captación de Generación Zoe. Los inversores iniciales recibían intereses y comisiones, generando una sensación de prosperidad que motivaba la expansión de la red. Eventos y ceremonias en diferentes ciudades, incluso internacionales, buscaban fortalecer el sentido de pertenencia y éxito entre los miembros.
El caso de la criptomoneda Zoe Cash ilustra cómo la organización atraía inversiones, prometiendo participación en un mercado innovador y en crecimiento. La causa judicial en Salta se suma a otros procesos contra Leonardo Cositorto en distintas jurisdicciones, incluyendo una condena previa en Corrientes. La multiplicidad de causas refleja la extensión de las actividades de Generación Zoe y el alcance de su red.
La sensación de engaño y la pérdida de ahorros motivaron a muchos a buscar reparación ante la Justicia. A medida que avanza el juicio, los testimonios de las víctimas aportan información clave para reconstruir el funcionamiento de Generación Zoe y determinar las responsabilidades de sus líderes. En una audiencia anterior, Leonardo Cositorto se quejó del bloqueo de fondos y la imposibilidad de pagar a los inversores, argumentando que la Justicia impidió el cumplimiento de las obligaciones. El empresario sostuvo que Generación Zoe disponía de fondos para hacer frente a los reclamos, pero que estos fueron incautados.